31.12.02

El amigo del aire

A veces me siento sola. Estaba en el pequeño jardín de mi casa, un poco apesadumbrada, cuando de pronto apareció el colibrí. Recorrió todo el espacio, visitó el hibisco, luego el jazmín, descansó un momento y de golpe se colocó enfrente de mi cara, agitando sus alas, me miró fijamente a los ojos, como sí esa criatura hubiera percibido la pena de mi corazón. No puedo explicar la emoción que sentí, mis ojos se llenaron de lágrimas. Ahí me di cuenta que nunca voy a estar sola, que siempre hay un amigo esperando para encontrarnos, como mi amigo del aire.

Lidia Beatriz Cabrera

No hay comentarios: