26.12.01

Hoy he decidido que voy a cambiar de vida. Abandono mi ciudad, mi familia y a mis amigos, decepcionado por lo poco que significo para ellos. Me voy a vivir a cualquier otro sitio, donde nadie me conozca, y espero poder encontrar a personas con quienes tener una amistad verdadera, sin intereses ocultos ni objetivos materialistas de por medio. Y a donde voy, no diré a nadie que soy rico. Y así no tendré que abandonarlo todo otra vez porque nadie me quiera mi, por como soy, sino solo por quien soy y por los millones de euros que tengo.

CCF
En la orilla

Oscuridad, las ideas aletargadas, aquella maldita confusión me aprisionaba día tras día. Ansiaba encontrar el extremo de la cuerda a la que aferrarme para salir del profundo túnel, en el que mis temores se alzaban poderosos e infranqueables.
Necesitaba algo, un sonido, un olor, una palabra algo que me guiara hacia la claridad. Estaba perdido en mi mismo. De repente, sin saber como, una de mis ideas escapaba, se tornaba en un mar de plata. Entonces escuché su fuerza libre, olí su sabor, mi pensamiento fluía libre por su inmensidad azul y sus olas susurraban: .... tranquilo, estás en casa.

Monmalone
Vamos allá...

Como cada día, la sangre le hervía al llegar a esos minutos interminables antes de la salida del trabajo. Ellos constituían la última barrera que lo separaba de su bienamada. Salida, apretones, autobuses, gente por doquier, ajena a su gran amor. Y sin embargo, al llegar a casa, ella siempre lo espera, como cada día, fiel y siempre dispuesta a dispensar placer sin exigir nada a cambio... y como cada día, al llegar la noche, un abrazo final termina con su sufrimiento, y todo mal llega a su fin con el humo embriagador de su amada corriendo por su garganta...

Autosia
Decisiones

Decisiones, siempre decisiones, toda la vida es tomar decisiones, y toda elección implica un rechazo, y eso te duele en lo mas profundo, en la boca del estomago, en el alma. Pero sabes que esta es la decisión mas importante de tu vida. La que asegurará tu subsistencia. El dilema y la duda atormentan tanto como el hambre y el deseo tu cuerpo. Ya lo has decidido. No hay otra solución posible.
Caguenlaputa siempre lo mismo, me quedan 30 florines, es el ultimo dia en Amsterdam, tendre que comerme un shoarmaburguer , asi me queda pasta para esa jack terror.

Bosterix

18.12.01

Si pudiera cerrar los ojos, y que todo lo que pienso, redactado en buena prosa -y con efectos multimedia- se guardara en un archivo para poder verlo luego, sería un apoyo impresionante para organizar la existencia. Transcurridos unos años, cuando un día por ejemplo me pego con mi pareja, abriría un archivo de cuándo eramos novietes, y la visión digital de recuerdos entrañables, serían un cortafuegos ideal para esas ocasiones en las que saltan las chispas. A ver si pronto Billy Gates, se pone a enchufarnos sensores, y guardamos en archivos los momentos más felices… tan solo cerrando los ojos.

Corregatos

17.12.01

El tesoro

Esa mañana pensó que había llegado el momento. La sangre fluía una vez más por sus venas arrancándola del letargo. Quedó pensativa ante las columnas que flanqueaban la entrada a la misteriosa gruta y después cruzó el umbral despacio. Tenía que dejar su tesoro lo más profundo posible para que se produjera el milagro, más desgraciadamente la historia volvió a repetirse y esa fuerza irresistible que la obligaba a salir se apoderó de ella justo cuando su tesoro iba a ser depositado. Mientras se iban sus fuerzas a sus oídos llegaron estas palabras: Cariño, esta vez casi me corro dentro!!

Nostromo
Cuando recibió aquel humo milagroso sintió como las cadenas que anclaban su cerebro se deshacían sin dejar rastro. Ahora navegaba por encima de sus preocupaciones mundanas preguntándose por qué cuestiones tan banales lo habían movido a provocar tanto sufrimiento. Intentaba aguantar al máximo aquel maná purificador en su interior por ver si aquellos apocalípticos jinetes, negra herencia de la estupidez humana, desaparecían para siempre de su espíritu, y mientras aguantaba pensó si merecía la pena volver y comprobó que sí porque ahora tenía esperanza. Una sonrisa afloró a su rostro, abrió los ojos, los brazos y, finalmente, expulsó el humo.

Nostromo

14.12.01

Desde el instante en que lo vio nacer supo que nunca le vería echar los dientes. Esas perlas preciosas que brillan en la sonrisa de los niños. Ni vería crecer el pelo en su cabecita. Ni tampoco lo vería mamar la leche caliente de su madre. Intuyó que su vida sería corta, quizá seis meses... Previó que en poco tiempo le quitarían los huevos. Y sus ojos se arrasaron de angustia pensando que pronto lo matarían y que ¡pretenderían comérselo! Pero soltó una carcajada al percatarse de que, al fin y al cabo estaba viendo nacer a un triste pollo.

Er_Bedu
Había estado toda la tarde ilusionado con este momento. Llegué a casa y me dirigí al comedor, donde se encontraba ella; le dije que tenía una bonita sorpresa. Me preguntó de qué se trataba, y cuando le dije lo que era, se subió al sofá de un salto y me rogó que lo sacara de allí. Intenté explicarle que era lo que necesitábamos, pero con un agudo grito me obligó a salir de la habitación. Abrí la cajita de cartón, lo saqué cuidadosamente, lo conecté al ordenador y me puse a trabajar con mi ratón de última generación recién comprado.

Alex
Había una vez un planeta, creado por Dios, Alá o cómo quieras llamar al fabricante, habitado por seres humanos, que para sobrevivir aprendieron a vestirse ante el frio, a beber para paliar la sed, y a comer para no tener hambre. Pero no pudieron usar las sustancias necesarias para calmar la ansiedad y para alimentar su mente. Los ricos y poderosos, explotaban a los demás, y para que no se notara, les prohibían consumir todo lo que servía para verlo todo muy claro. Y metian en la cárcel al que incumpliera su ley, y osara utilizar el alimento del alma.

Carlos Fresnedas

11.12.01

Diploma

Me han concedido un diploma. Es sólo un papel de color salmón que lleva escrito mi nombre. No me conmueve ni nada de eso porque no significa nada para mí. Dicen algunos que tener diplomas en cada pared de tu casa, de lo que sea, ¿eh?, es un símbolo de grandeza intelectual, de superiodidad cultural, deportiva i laboral o de todo eso al mismo tiempo. Hoy me han dado uno, el primero, o sea que ¡o empiezo a coleccionar papeles de color salmón con mi nombre o no me voy a comer un rosco en el programa Jugar y ganar!

Isaac Guilà

7.12.01

Castillo Templario

En el casco viejo, estrenábamos el camino de las estrellas o de Santiago. El punto de partida era el castillo templario, el cuál, de pronto, se nos apareció cual fantasma mostrando su espectro, en la cima de una colina. Imponente y gloriosa, la fortaleza legendaria disfrutaba como telón de fondo, de la luz encarnada rubí del alba.
Caminados unos metros por los adoquines centenarios, guardianes de pasos y huellas; con atención presta y aguda, se podían escuchar a los caballeros hospitalarios de la cruz roja y capa blanca, partiendo, de un embate, de sus aposentos al lomo de sus caballos.

Marta Armadà

30.11.01

El objetivo

Mi misión es muy importante, es una esperanza para todos aquellos que confían en mí. Debo proceder con sumo cuidado, para que no haya errores. Ya diviso el primer objetivo, un altísimo bloque de pisos. No va a ser fácil. Empiezo a descender...

Antes todo era más sencillo. Había menos gente, y sobraba espacio... Veamos, no vaya a ser que confunda los paquetes... Me encanta mi trabajo, pero ahora tengo que entrar por el balcón o por una ventana. Antes, en cambio, bastaba con aterrizar en el tejado y entrar por la chimenea. En fin, allá voy. ¡Ohoho! ¡Es Navidad!

Albert Rossell

28.11.01

S.O.S.

Dejar mi país ha sido muy duro. Es una experiencia muy parecida a la de perder a tus padres, pero mucho más triste que las dos vivencias juntas es la de pedir ayuda. ¡Nadie me quiere entender! Voy por las casas de antiguos amigos y las de los familiares que me abandonaron luciendo mi pena y mi pesar. Nadie me ayuda y no consigo que me den mi ansiado refugio. Debo parecer José y María buscando posada para dar a luz a nuestro enemigo. Desde estas líneas pido vuestro perdón. Por favor, ayudádme, Dios os premiará. De verdad. Bin Laden.

Isaac Guilà
Puta

Mi mamá es una puta. Empieza su jornada laboral cuando yo me voy a dormir y termina de trabajar justo antes de levantarme. Por la mañana mi mamá me lava, me prepara el desayuno y me lleva al cole. Cuando vuelvo por la tarde me la encuentro durmiendo y la despierto y se enfada. A mi me gusta enfadarla y que me regañe porque al menos me hace caso. A veces, por las noches, consigo ver alguno de sus clientes y pienso que quizá mi padre dormirá hoy en nuestra casa y lograremos ser una família normal durante unas horas.

Isaac Guilà
Proscrito

Lleva una vida de proscrito. Cambia a menudo de ubicación, se oculta obstinadamente entre sus semejantes para confundirse entre ellos y confundirme a mí, tan tenaz como él en mi labor de perseguirle. Aprovecha cualquier escondrijo, cualquier resquicio en la sociedad que forman sus hermanos para refugiarse secretamente. En algunas ocasiones llego a pensar que esta vez será imposible, que jamás volveré a degustar sus palabras. Pero La ciudad de los prodigios es un libro que me gusta demasiado, y ni siquiera en la biblioteca de Babel encontraría un recoveco desde donde vencer mi voluntad y permanecer huido para siempre.

Albert Rossell
Guerra

Me herían sus ojos de náufrago, de infancia amputada. Sus pupilas eran un porqué incesante, una inversosímil ausencia de lágrimas por tantos rostros abruptamente arrancados de su vida, por tantos gestos moribundos y desesperados... Quizás preservaba esa breve humedad como su patrimonio último, o tal vez había perdido, junto con todo lo demás, incluso la potestad del llanto. De repente me alcanzó, como una llamarada atroz de sufrimiento humano. Durante unos segundos terribles sentí todo el desconcierto inabarcable, todo el infinito desamparo que manaba de su mirada yerma, y descubrí que mi coraza ya no me bastaba. Cerré el televisor.

Albert Rossell

22.11.01

Loco

Decían que estaba completamente loco, porque él era el único que, a través de ese extraño hueco rectangular –otrora un lienzo– en su caballete, veía otro mundo, un universo poblado de humanos extraños, vestidos con atuendos insensatamente austeros, y muy proclives a emplear aquellos aparejos que emitían fogonazos de luz, aunque a veces surgía uno que aparentaba gozar de mayor rango y les recordaba benevolentemente que aquellos destellos estaban prohibidos en el museo. En ocasiones alguno acercaba su cara al hueco, como para ver más de cerca a través de él, y entonces Van Gogh se quedaba mirándolo muy quieto.

Albert Rossell

19.11.01

Mi ma...

¿Sabes tú dónde está mi ma... La frase, aún inacabada, ha surgido espontáneamente de la boca del niño. Venía fijándome en él por su aspecto desamparado y cándido. Mi cerebro se ha puesto a funcionar a toda velocidad. ¿Qué hago con él? ¿Le doy mi mano? ¿Me agacho para no asustarle? ¿A dónde le llevo? ¿Habrá algún servicio de recogida de niños perdidos en estas galerías comerciales? ¿Busco a su mamá?

...má? ¡Ah, ahí está! Una mujer, semioculta por una columna, hablaba distraída por el móvil. El niño la señalaba con su pequeño dedo. Me he marchado aliviado pero inquieto.

Albert Rossell
Vencidos

Sinceramente, ha sido muy difícil decidirme, pero mi vida me tenía que llevar hasta aquí, preso de mi libertad. Mi horizonte vital estaba ya tan lejos que era mejor intentarlo por otro camino. El destino lo tiene, eso: te jode, hasta que te das por vencido. Es la vida moderna, dicen. Una antigua casa okupa me acoge en su silencio. Dentro de la sala hay un hombre. Habla con nadie, llora y me saluda insinuando una tímida sonrisa.
- Bienvenido al club de los hombres fracasados. Tome pañuelos y asiento.
- ¿Sólo somos dos?
- Tranquilo. Los demás irán apareciendo.

Isaac Guilà

18.11.01

Detalle

Dicen que estar toda la vida sin tener obligación alguna es un sueño que sólo el empacho de riqueza puede sufragar. Yo, que vivo en ese sueño, no puedo dejar de mirar con menosprecio a todo aquél que me acusa de vividor con una sola mirada. Creo sinceramente que la felicidad máxima al que uno puede aspirar en la vida radica en la caverna oscura de la conciencia. Es por eso que yo, aprovechando un débil resfriado, he venido, tapándome el rostro con una bufanda, hasta una simple consulta. Ya viene la enfermera.
- ¿El señor Juan Carlos, por favor?

Isaac Guilà
Paraíso

Para mi, es el espectáculo más bello jamás brindado a la humanidad. El cielo empieza a chispear hasta que su tozudez nos regala un sinfin de estrellas y una luna negra. En medio del arco celestial, el más grande de los astros ilumina a la muchedumbre: hay pastores que cuidan de su ganado, una mujer vieja que limpia la ropa debajo del puente, leñadores procurando madera... El mundo destila felicidad por los cuatro costados. ¡Lo que no llego a entender es por qué en medio de este paraíso hay un tío cagando en medio de nuestra ruta hacía al portal!

Isaac Guilà

15.11.01

Miedo

El espacio inmenso de cielo y de mar que se abría a su vista no suponía ningún alivio. Estaba acorralado sin esperanza en lo alto de una torre de piedra, en las ruinas del misterioso castillo de una isla temible y de oscuro nombre. Sentía ya el jadeo ominoso de la bestia que ascendía por la lúgubre escalera de la torre. Y esta vez, los ladridos del pequeño foxterrier no la asustarían.

Despertó empapado en sudor. Debía haber estado gritando en sueños, porque oyó la voz del Capitán al otro lado de la puerta: “¡Rayos y truenos, Tintín! ¿Estás bien?"

Albert Rossell

12.11.01

El perdón

Me obligaba a permanecer encerrado en el sótano oscuro y húmedo. Sin comer. Tan sólo un miserable vaso de agua. De vez en cuando venía y me azotaba cruelmente con el cinturón hasta dejarme exánime. Solamente la certeza de la venganza aliviaba mi suplicio. Durante esos largos años de agonía decidí que le asesinaría, que la tierra sobre su cadáver me protegería de él para siempre.

Ayer volví. Armado y decidido a acabar con él. Pero, es extraño, le miré a los ojos y descubrí, a pesar de todo, a un ser humano. No pude matarle. Tuve que enterrarle vivo.

Albert Rossell
Olor

Apenas se levantó sintió el olor. Pútrido. Nauseabundo. Cerró las ventanas de la casa, pero todo seguía impregnado de él. Trató de desayunar, pero era imposible con esa fetidez. Decidió ir al pueblo a comprar otra linterna, una igual que la que se había roto la noche anterior. Se puso su nuevo vestido y los pendientes a juego sin conseguir acostumbrarse a la hediondez. Tampoco cuando salió a toda prisa, libre por vez primera en mucho tiempo, para coger el jeep. Ni en el pueblo -la distancia de nada servía-. Debió haber cavado más hondo, pero anoche no había luna.

Albert Rossell

11.11.01

De pronto

Laura, aburrida y fastidiada, aprovechaba los últimos cinco minutos para mirar la cartelera del teatro. De pronto, una figura masculina apareció de en medio de las columnas neoclásicas. Igual que la arquitectura, era un cuerpo macizo y sólido. Los pasos, firmes y decididos. La mirada, intensa y escrutadora, escaneó todos los rincones como un relámpago. Una leve sonrisa de complicidad se dibujó en su rostro al visualizar a la chica, antes de desaparecer como un soplido de viento gélido norteño. Ella notó su cuerpo volverse frío como una piedra y, luego, caliente como la arena de la playa en verano.

Marta Armadà

8.11.01

Comunicación

Debería avisar a Ramón de que mañana hay huelga de metro. ¿Qué número de móvil tiene? A ver la agenda... ¡Vaya, aún tengo el número antiguo! Bueno, le enviaré un mail. ¡Qué lata! Tengo que arrancar el ordenador... Vale, ya está. Me conecto a internet... Se cuelga. Reintento... Ya. Empiezo a escribirle el mail... ¡Mierda! Ahora se desconecta. Vuelta a empezar... ¡Joder! La vocecita de telefónica, que las líneas están sobrecargadas... En fin, me rindo. No hay más remedio... Llamo a la puerta de la habitación de Ramón (música a tope). ¡Ramón, hijo, que mañana necesito el coche! ¿Me oyes?

Albert Rossell

5.11.01

Aunque nunca te he visto, ya te amo con toda la intensidad de la que soy capaz. Realmente no te conozco, pero no concibo mi existencia sin ti. Tú eres mi felicidad, lo que da sentido y plenitud a mi vida.
Sobre todo, ansío que llegue el día de estar en tu presencia, sentir el escalofrío de tu primera mirada y ser digno de ella.
Mientras tanto, consuelo mis noches solitarias pensando en ti, hablándote, y no puedo evitar calmar mi excitación acariciando mi arma, e imagino el momento en que, en tu sagrado nombre, ejecutaré al próximo infiel.

Carlos Pretel

31.10.01

Jamás se atrevía a pedirle nada. Era un buen hombre, eso decía todo el mundo: trabajador, serio, formal... ¡Pero se enfadaba tanto! Aún así, todos sus amigos le decían que ella tenía que tomar sus propias decisiones, y que no debía ser tan pavitonta. Como si fuese tan fácil... ¡Ellos no lo conocían! Temblando, presintiendo la tempestad que desencadenaría su petición, se arrodilló respetuosamente ante la tumba de su padre e, ignorando el vacío vertiginoso que crecía en su vientre, le espetó de corrido: "Padre, la semana próxima cumplo los veinticinco, y he pensado ponerme un piercing en el ombligo..."

Albert Rossell

28.10.01

Desde la cama, o más precisamente, desde la almohada, sólo veo una parte del armario y de las paredes, y la mesita de noche, con mi despertador en primer término. Es muy tarde, ya hace rato que debería estar en el trabajo, pero no puedo moverme. No tengo cuerpo. Ahora oigo que alguien viene corriendo y abre de un tirón la puerta de mi habitación: es mi cuerpo -con la americana, el pañuelo doblado en el bolsillo, la corbata y los pantalones bien planchados- que viene a buscarme. Mi madre siempre me lo dice: "¡Un día te olvidarás la cabeza!".

Albert Rossell