16.6.09

Las horas muertas

Cada mañana, de camino al trabajo atravieso deprisa un descampado repleto de cascotes, pedruscos, fragmentos de botellas, latas; también orines y excrementos de perro. Un asco, pienso después, mientras trabajo elaborando listas insensatas, siguiendo instrucciones contradictorias.
Cada tarde, de regreso a casa, lo cruzo de nuevo con más calma y redescubro en él hierbajos y plantas. Vale, las matas crecen en desorden y están requemadas por el sol, pero al menos huelen, y entre diminutas flores amarillas zumban insectos. Además, este solar falto de toda regulación debe ser lo único del barrio que se libra aún de tanta normativa absurda.

Albert Rossell

14.6.09

El secreto de la felicidad

Descubrí este valioso secreto hace unos tres años. Un día recibí un paquete sin remitente que decía: Caja mágica, por favor, no abrir hasta dentro de un año. Guardé la misteriosa caja y, obediente como siempre, la dejé cerrada.
Pasaba el tiempo y lograba vencer la tentación, pero llegó el día en el que no tendría que aguantar más, el indicado por la caja. Fui abriendo la caja lentamente y me sorprendí cuando leí lo siguiente: aquí tienes tu recompensa por ser tan paciente, el secreto de la felicidad, el cual es…
(Saldo de palabras agotado, perdón por las molestias)

Rafael Benjumea Domínguez

10.6.09

Busqueda

Entré por aquella puerta ruidosa con un miedo terrible. Me temblaban las piernas. Aquellas escaleras parecían las de un castillo del siglo XIX. Sin hacer ningún ruido entré sigilosamente en esa habitación rodando por el suelo. Llegué hasta el lugar donde se encontraba el preciado tesoro y con un cuidado extremo lo cogí con unas pinzas. Traspasé esa gran puerta y salí de allí rápidamente. Entonces oí cómo el malvado dueño, el monstruo, llegaba para cogerme inevitablemente, así que me escondí detrás de la columna, salí de allí y respiré tranquila.
Por fin conseguí robar el examen sin ningún peligro...

Edurne Sabuz Millán