20.11.06

La musa gorda

Miguel, un novel escritor, no podía terminar su novela porque había perdido su inspiración. Sin dejarse vencer, se caracteriza en lo posible en el protagonista. Entonces salió en busca de una musa terrenal.

En un restaurante encuentra a Margarita, poseedora de un cabello y una sonrisa iguales a su heroína. La invita a vivir con él. Accede, interesada únicamente en la promesa de mantenerle llenos el refrigerador y las despensas.

Todo iba muy bien, hasta que un día Margarita, al acabarse las provisiones, encontró vacías las despensas. Empeñado con el tendero, Miguel no quiso volverlas a surtir.

Indignada, se largó.

Ruth Pérez