21.12.04

Una ayudita

Después de intentarlo con los pies de todas las doncellas el príncipe esbozó una mueca de disgusto. A ninguna le ajustaba la zapatilla de cristal. Todas tenían el pie demasiado grande o muy pequeño. Una de las chicas, por decir algo, dijo: -Prueba con el pie del jardinero-. El príncipe, por hacer algo, pidió al asalariado que se dejara calzar. -¡Ajusta! -dijo el noble. Los dos hombres se miraron tiernamente. El príncipe preguntó -¿quieres casarte conmigo? -Sí- respondió el otro. Las chicas del reino respiraron aliviadas. Unas dejaron de encoger sus pobres dedos mientras otras mejoraron de la repentina hinchazón.

Agustí Sanfeliu
Misión imposible

Por más que quiera no puedo. Si lo conozco tanto....y me encanta pintar, ¿por qué no logro plasmar esa expresión en una tela ? Intento nuevamente y no lo consigo. No se puede eternizar el amor con óleos. La sonrisa de mi hijo es más que algo que pueda quedar impreso. Pasan ante mí su carita cuando me busca, sus manos... Desisto de mi empresa y juego con él, velo sus sueños, lo miro y vuelvo a llorar sin motivo. Es mejor así. Por la mañana despertaremos juntos y volverá a regalarme la pintura más hermosa que jamás podré pintar.

Darío Blanco
Te llamé

Te llamé y no estabas. La voz del contestador ya no es la mía, (que hasta hace dos días me seguía atendiendo y desconociendo), pero tampoco es la tuya. Dejaste crecer las dudas, las plantas y el odio, esa cosa tan complementaria al amor que nos perpetramos más de tres meses. En otro momento pasaré por tu piso tan rápidamente como pasé por tu vida, a dejarte para siempre siete cartas cerradas, dos rosas que se niegan a morir y cien palabras escritas que jamás me oirás decir. Espero llegues justo cuando salga. Espero me llames. Espero no poder escucharte.

Darío Blanco

1.12.04

Transfusión de "cuetos de cien palabras"

Mi vida es blanca, metálica y prestada.Tumbada en una cama de hospital mi actividad consiste en estirar un brazo y repostar vida ajena, horas, años. Cada día, idéntico al anterior empieza con termómetros, tensiómetros y demás aparatos que miden todo lo que se mueva en mi cuerpo enfermo. Siento frío por dentro y por fuera. Llega el desayuno: café con leche sabor a hospital. Comienza a llover. Las 8. Ustedes cuentan palabras yo horas. No dejen de escribir, necesito sus cuentos. Quiero que mi vida siga siendo blanca y metálica.
Quiero que mi vida siga.
Quiero mi vida.
Vida.


Gelines
Una ayudita

Después de intentarlo con los pies de todas las doncellas el príncipe esbozó una mueca de disgusto. A ninguna le ajustaba la zapatilla de cristal. Todas tenían el pie demasiado grande o muy pequeño. Una de las chicas, por decir algo, dijo: -Prueba con el pie del jardinero-. El príncipe, por hacer algo, pidió al asalariado que se dejara calzar. -¡Ajusta! -dijo el noble. Los dos hombres se miraron tiernamente. El príncipe preguntó -¿quieres casarte conmigo? -Sí- respondió el otro. Las chicas del reino respiraron aliviadas. Unas dejaron de encoger sus pobres dedos mientras otras mejoraron de la repentina hinchazón.

Agustí Sanfeliu
Misión Imposible

Por más que quiera no puedo. Si lo conozco tanto....y me encanta pintar, ¿por qué no logro plasmar esa expresión en una tela ? Intento nuevamente y no lo consigo. No se puede eternizar el amor con óleos. La sonrisa de mi hijo es más que algo que pueda quedar impreso. Pasan ante mí su carita cuando me busca, sus manos... Desisto de mi empresa y juego con él, velo sus sueños, lo miro y vuelvo a llorar sin motivo. Es mejor así. Por la mañana despertaremos juntos y volverá a regalarme la pintura más hermosa que jamás podré pintar.

Darío Blanco