30.6.04

Siempre quienes son

Sucede cada pocos segundos, pero no lo notan. Ellos creen ser siempre quienes son, con un pasado a sus espaldas. La cincuentona viuda que vuelve de la compra y discute con su hijo porque fuma no sabe que enseguida se hallará en el cuerpo (y en la mente, porque tampoco quieren admitir que la mente es sólo una ilusión del cuerpo) de un joven estudiante de humanidades, y poco más tarde será un camionero, y después una ejecutiva liberada. Todos intercambiándose, todos siempre con sus recuerdos, placenteros o dolorosos, identificados con un pasado que reside únicamente en su cuerpo provisional...

Albert Rossell

21.6.04

La inquilina

Esta despierta siempre desde casi la media noche minutos después de que me acuesto, por la mañana me mira, rie, llora, hace lo que sea pero jamas de me deja solo, por la tarde sale a verme cuando contemplo una puesta de sol o la inmensidad del mar.
Me acompaña en las noches lubricas donde me vuelvo loco con lo suave de su piel y el olor de su pelo, se comporta como una bruja que me lastima y ataca a mi conciencia cuando me acerco a otra chica. Esta mujer de la que hablo ha puesto como su dirección postal a mi corazón.

Gonzalo Moscoso
Pequeños cambios

Yo la conozco bien, dijo la abuela, a mí no me engañan. Ésta no es mi nieta. Mi nieta tiene la ceja izquierda un poco más levantada que la derecha. Nadie lo nota, pero yo sí. Y así pasa con todo. El otro día compré unos pimientos, y cuando llegaron a casa eran más verdes que antes. Yo misma, esta mañana, me noté una arruga en la frente que hasta hoy no tenía. Esto de la teletransportación es una calamidad. Y la abuela entrecerró los ojos, añorando esa vieja costumbre de andar por el asfalto y de viajar en avión.

Luisa Axpe

14.6.04

Después de incontables aventuras

Después de incontables aventuras Grafo Plume, enclenque y escuchimizado, agotaba sus últimas energías para llegar allí, pero lo había conseguido. En ese punto iba a comenzar la verdadera aventura.

Tras el umbral afamados escritores y prestigiosos académicos, algunos de los cuales sabían escribir, revoloteaban junto a personajes de diverso pelaje. El propósito que había guiado los pasos de Grafo hasta el umbral de acceso al mundo de los textos era organizar una expedición para descubrir la verdadera fuente de las palabras pero una trampilla se abrió bajo sus pies dejándole en plena CDU: ?343.94 Fisiología y biología de los delincuentes?.

Luis M. Cereceda
El dia que perdi mi corazon

Fue antes de acostarme cuando lo senti primero fue una sensación de vacio en el estomago, luego un leve zumbido en los oidos, entonces ... Ring ring sono el
telefono al contestar una voz me dijo "Hola como estas, sabes llegue hoy y quiero verte..."
Mientras colgaba senti que perdia el aliento y empece a escuchar los latidos de mi corazon. Me aliste rapido y sali a buscarla .. TUM TUM escuchaba al acercarme a
esa silueta que conocia bien, se dio vuelta hacia mi y entonces al verla supe que definitivamente ella ya era la dueña de mi corazon.

Gonzalo Moscoso
Confusión

Ante una mínima señal, empiezan a desnudarse. Al principio todo es suave y armonioso, con todas esas delgadas prendas cayendo, tapizando el suelo. Luego comienza la confusión, y nuevamente parecen querer cubrirse. Hay un clima expectante. Un ciclo ha comenzado, y debe llegar a su fin. Pero no. Las señales no son claras, y esa carrera loca por despojarse de todo lo que llevaban puesto se ha frenado. Es que tan pronto hace frío, como un calor insidioso que hace difícil definirse. Y los árboles ya no saben qué hacer en este otoño agónico que no consigue transformarse en invierno.

Luisa Axpe
Continuum

El tiempo no transcurre como pensamos...
Y una historia de amor se compone de instantes ubicados en un momento impreciso del espacio-tiempo.
Lo que parece que sucedió ayer -en un ayer que no existe más-; lo que anhelamos que pase mañana -en un mañana que todavía no se hace realidad-, son sólo reminiscencias de instantes vivos aún en algún rincón del Universo.
El beso en el carro, el paseo por el parque, las noches de amor, las tardes conversando, los árboles, las aves; luz y sonidos... Todo es un continuum luminoso fragmentado solamente por nuestras pequeñas mentes que lo contemplan.

Deric Leonardo
Continuum 2

¡Cuántas historias como ésta han sido contadas!
Tal vez en distinto orden, con otros escenarios, e incluso otros actores.
No sé cómo comenzar a narrar estos momentos inconexos que viven en mi memoria. Ordénalos tú como te plazca. Sólo recuerda que el tiempo no transcurre como creemos...
Estúpido es pensar que hacemos el amor, cuando es el Amor el que nos hace vivir, ser y sentir.
Escuchar una voz desde otro lugar e instintivamente seguirla para encontrar una bella criatura de forma breve, para quedar por siempre prendado de su ser.
¿ Acaso no es esto obra del mismo Amor?

Deri Leonardo
Mi lugar en el tiempo

A veces, cuando pasaba por algún lugar oscuro, entraba en un túnel donde el
tiempo no existía. Horribles visiones, sensaciones, torturas espantosas, se
sucedían en una duración tan larga como indeseable. Luego esos baches o
islas temporales transcurrían en pleno día, quizá cruzando una avenida o
mientras escribía en mi ordenador. Cada vez más frecuentemente. Ahora...en
este mismo momento escribo desde un agujero. Ya estoy acostumbrado, se me ha
hecho carne. Ahora lo tedioso es salir de él y ver esa realidad que tan
tranquilo me llevaba. Finalmente terminé reconociéndome siniestro, lúgubre,
repulsivo, y a este túnel como Mi lugar.

Dario Blanco
Sirena

Con sus ojos cerrados emitió el canto más dulce.
Por un brevísimo instante el Universo entero calló para escucharlo.
Yo tan sólo fui la conciencia de ese momento. Mi cuerpo se encontraba allí, pero la experiencia del armónico sonido transportó mi ser etéreo hasta una orilla desde donde atónito lo observaba todo.
En un lentísimo abrazo dos cuerpos inmóviles, vacíos, esclavos de la gravedad, cayeron.
En un mágico rincón más allá dos radiantes almas jugueteaban amándose en la luz del silencio.
Cuando el mar agitado rompe sus olas impetuosas en las rocas, sólo entonces reina la calma en el océano.

Deric Leonardo
Momentos

Sentado en el umbral del hospital tiemblo de miedo. Miro las expresiones de los transeúntes; hablan, ríen... y yo no puedo entenderlos. Convengamos que cuando algo así te pasa, nada en el mundo es más importante y no puedes concebir que la vida siga normalmente a metros de ti. Muero pensando en que no lo veré crecer, que se romperá ese hermoso espejo que devuelve mis gestos mejorados, puros, dulces. Mi mujer corre hacia mí y no quiero escucharla. No puedo contenerme: la abrazo y lloro. Odio a todo, a todos.

-Damián está bien! , dice riendo.

Vuelvo a respirar.

Darío Blanco

9.6.04

Cajas de cartón

De pequeño solía caerme. Iba corriendo -por ejemplo-, pisaba una caja de cartón, resbalaba y me hacía daño. Mi abuela entonces me enseñaba a reñir a la caja. La llamábamos "mala" y le dábamos manotazos. A veces, a algunas personas también me apetecería decirles que son malas y darles manotazos: cuando repiten como loros sin alma cosas que no piensan, tópicos, ideales gregarios, palabras rituales que sólo hay que saber dónde y cuándo decir; da igual por qué. Pero de mayor aprendí que es inútil reñir y pegar a las cajas de cartón: no entienden nada. Tampoco este texto, supongo.

Albert Rossell

1.6.04

El globo

Clavó sus uñas en él. Sonidos punzantes lo amenazaban. Un niño a su lado lloraba: -"No por favor. Tú no. Niña loca. No lo hagas" El niño la amaba. Como un cuadro impresionista. Tras su estallido final, notas grises y dispersas compusieron música negra en su coche. Antifaces para ambos. El valls ya había comenzado. Qué ritmo triste, señora. Bajamos las ventanillas y expulsamos la inocencia. El niño alegre se fue con ella. Y allí quedó la mujer, embriagada de irrealidades, máscaras y tormentas. Buscando la edad prohibida, sin conocer que esa edad, tuvo la forma de un globo. Plof.

Alvaro Lorenzana
"¿Imposible?"

- Claro. Para ti lo fácil es decir que no es posible, y permanecer ahí
sentado, en ese sillón desvencijado, con una cerveza en la mano y el
mando a distancia en la otra. Pero yo te digo que es posible. Que sólo
necesitas las agallas para hacerlo. Pero puede que ya no las tengas.
Puede que hayas olvidado que hay que arriesgar para obtener algo que
deseas - dije.
- Muy bien - dijiste.
Y ahora estoy sentado junto a ti, en el otro extremo del sofá. Con una
cerveza en la mano y tu mando a distancia en la otra.

Raúl García
El método del discurso

El taxista lleva la radio a todo volumen. Apenas diez minutos para llegar a tiempo a la conferencia, y para prepararla, porque el jefe me acaba de comentar, como de pasada, que "él no puede". Pues a ver qué les cuento durante una hora a los empresarios... Otras veces me ha salvado el método aquel del cursillo, universal para cualquier tema: ¿qué sucedería si no hubiese...? Sí, muy bien para hablar de la música, y de perros lazarillos, pero hoy haré el ridículo... Ni vacuidades se me ocurren, sólo sigo releyendo obstinadamente el tema: "El Fórum: qué y para qué"...

Albert Rossell