21.10.02

Viajero de luz

Un rayo de luz escapa del Sol. Quisiera proseguir su viaje con parsimonia, contemplando reposadamente planetas, satélites, cometas, galaxias. Pero la inercia es excesiva y no encuentra ningún agarradero que frene su marcha. En poco más de ocho minutos, apenas un soplo de tiempo para quien quisiera abarcar el Universo, surca ciento cincuenta millones de quilómetros vacíos, gélidos, y llega a nuestra atmósfera, donde sufre mínimos desgajos. Finalmente, estalla contra la corteza terrestre, se escinde en un continuo de colores. Algún objeto absorbe algunos, otros se reflejan. Pero el rayo ya no existe, y jamás contemplará reposadamente los astros celestes.

Albert Rossell

No hay comentarios: