14.12.01

Había una vez un planeta, creado por Dios, Alá o cómo quieras llamar al fabricante, habitado por seres humanos, que para sobrevivir aprendieron a vestirse ante el frio, a beber para paliar la sed, y a comer para no tener hambre. Pero no pudieron usar las sustancias necesarias para calmar la ansiedad y para alimentar su mente. Los ricos y poderosos, explotaban a los demás, y para que no se notara, les prohibían consumir todo lo que servía para verlo todo muy claro. Y metian en la cárcel al que incumpliera su ley, y osara utilizar el alimento del alma.

Carlos Fresnedas

No hay comentarios: