18.11.03

Quién soy yo para moverla

En el rellano de la escalera, la alfombrilla del vecino de enfrente estaba ladeada, mal puesta. Le he devuelto su simetría empujándola con la punta del pie. Luego he pensado que quién soy yo para moverla, que tal vez se molestarían si me vieran. Pero no, porque son gente mayor y visten bien, y les parecerá correcto lo que he hecho... Además no me han visto, seguro, no había luz en la mirilla.... Claro que quizá los vecinos de la otra puerta... No sé, tal vez debería comentárselo al portero, o mejor dejarles una nota de disculpa en el buzón...

Albert Rossell

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