27.11.03

El combate

El guerrero desenfundó su sable de luz. “Estoy listo. Hace lunas que me preparo para la lucha. No puedo perder”. El enemigo era poderoso, pero el guerrero contaba con la fuerza de su fe en la victoria. Y con su preparación.

Allí estaba ya el enemigo. El guerrero contempló una vez más su sable de luz, se encomendó a todos los santos y empezó el examen. “Un automóvil que pesa 1200N acelera de 40 a 80 km/h. en 5 segundos sobre una carretera horizontal. Calcular el cambio en la energía cinética”.

Mierda. Justo el tema que no se había empollado.

Elena García

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