16.5.03

La caja de hojalata

Huí al sótano y metí miga de pan prensada en mis oídos. Abrí la añosa caja y tomé otra carta al azar:
“Cuando anochece coloco tus fotografías bajo la almohada y así me siento cerca de ti. Al amanecer, las meto en el bolsillo izquierdo de mi uniforme, y así están cerca de mi corazón. Cuento los días que me quedan de servicio para retornar y casarnos…”
Es dulce, me ama, me desea, es dulce, me ama, me…
─ ¡Mala puta! ¿Se puede saber dónde coño te has metido? ¡Que me traigas otra botella de vino ahora mismo o te mato!

Ana Santolaria

No hay comentarios: