22.8.02

Belleza contenida

Conduzco a ritmo lento por la autovía, de camino a mi oscuro trabajo en la ciudad. A ambos lados de la carretera hay perfiles grises, fábricas, almacenes, un hospital de hormigón, torres eléctricas en hilera, racimos de grúas, recortados todos contra una cálida atmósfera naranja. Ante mí, intermitentes, puentes por los que cruzan transeúntes a pie y algún ciclista, espectros a contraluz del sol madrugador. Al fondo, sin matices distinguibles, en constante penumbra, las montañas. Y entonces me digo que quizás, por fin, el día tendrá hoy la hermosura que prefiero, sin todo ese bullicio excesivo de colores del verano.

Albert Rossell

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