29.3.02

Una taza de café y una tostada se enfriaban en la mesa.
Estaba harto, cada día lo mismo, levantarse temprano para ir a trabajar, un mal día y cuando volvía a casa, la misma bronca con su mujer. Decidió acabar de una vez. Así que se fue del país, dejo a su mujer y el trabajo.
No le fue difícil encontrar un trabajo, un apartamento, y una preciosa mujer. Así que decidió unirse a ella para siempre. Se casó por segunda vez. Al día siguiente por la mañana...
Una taza de café y una tostada se enfriaban en la mesa.

Francesc Sarerols


No hay comentarios: