6.4.05

Después de dos semanas

Mi hijo de cuatro años llegó de la escuela con las gafas puestas, seguro. Lo traje yo mismo. Pero a la media hora ya no las llevaba. Durante dos semanas he buscado sin éxito por todos los rincones, he revuelto infructuosamente en cada mueble, armario, baúl, caja o cajón. Las doy por perdidas. Él sostiene que se le cayeron en la calle. Más concretamente en el zoo. Asevera incluso que se las comió un tigre. Hoy he leído en la prensa que un tigre del zoológico sufrió una hemorragia gástrica. Por si acaso, he decidido releer algunos relatos de Borges.

Albert Rossell

1 comentario:

Anónimo dijo...

mi amigo se llama Marco es de Mallorca. Todo el teimpo hay 45 amigos que quere a jugar con mi hermano.Cada dia yo hago 3 examens pero mi hermano y mi amigo Marco tienen uno cada dia.Pero yo quero a Na SARAH.