18.4.05

Un oficio de alto vuelo

Salía apurada de mi casa, como de costumbre, para ir al trabajo y de pronto vi una imagen que me impactó y en cierta manera cambió el rumbo de mis pensamientos.
Venía caminando el barrendero, haciendo su trabajo, detrás estaba el sol, que iluminaba su figura y arriba de su cabeza, un montón de palomas volando.
No era terrenal, fue como ver una postal del paraíso.
Me pregunté ¿a qué se debía tan celestial acompañamiento?
Al llegar a la esquina tuve mi respuesta, tenía su bolsillo lleno de migas de pan que le permitía, tener un oficio de alto vuelo.

Lidia Cabrera

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