14.6.04

Confusión

Ante una mínima señal, empiezan a desnudarse. Al principio todo es suave y armonioso, con todas esas delgadas prendas cayendo, tapizando el suelo. Luego comienza la confusión, y nuevamente parecen querer cubrirse. Hay un clima expectante. Un ciclo ha comenzado, y debe llegar a su fin. Pero no. Las señales no son claras, y esa carrera loca por despojarse de todo lo que llevaban puesto se ha frenado. Es que tan pronto hace frío, como un calor insidioso que hace difícil definirse. Y los árboles ya no saben qué hacer en este otoño agónico que no consigue transformarse en invierno.

Luisa Axpe

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