20.4.04

Paisaje humano

Me levanto justo de tiempo. Los pequeños todavía duermen. Mi mujer no encuentra una libreta del banco, pero no puedo entretenerme. Mientras me ducho, observo que junto a la escobilla del wáter hay una pelota amarilla, y tomo nota de este ejemplo para el tema que hoy expondré en mi conferencia: cómo los humanos, desde la prehistoria, siempre hemos estando alterando el entorno; creando, desde nuestra misma infancia, un nuevo paisaje humano... Cuando salgo de la ducha me dice mi mujer que ya ha encontrado la libreta: estaba en el horno de la cocina –la de juguete, por fortuna–.

Albert Rossell

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