16.4.04

Bravucones

Es muy duro tener que disimular a diario. Levantarse cada mañana como cualquier mortal e irse a trabajar. Y allí soportar a los bravucones de siempre, jactándose de que cualquier día le hacen al jefe esto o lo otro, porque como se pase un pelo le saltan a la yugular... Y no poderles decir que yo sí sería capaz de saltarle a la yugular, y perforarla con mis incisivos y chupar su sangre hasta dejarlo inánime, pero no me conviene porque trabajo para él y podrían relacionarme, así que es mejor salir por las noches y asaltar a cualquier incauto...

Albert Rossell

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