25.2.02

Ver

Podíamos hablar, reir, llorar, hacer el amor, en resumidas cuentas, llevar una vida "muy normal", a excepción de levantar la mirada del suelo. El suelo era nuestra constante visión, dia y noche, podíamos dormir, pero siempre mirando al suelo, con la cabeza agachada. Una vez sentí curiosidad por levantar la mirada, queria ver que habia mas allá de medio metro, me dolió mucho el cuello, pero al final lo logré, acostumbré mi vista y vi que habia otros que al igual que yo lo habian conseguido, y reian, sólo de vez en cuando algún cobarde volvía a mirar al suelo.

Julio Cesar

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