17.3.03

La paz y la guerra

John salió de la trinchera donde estaba escondido. Las bombas explotaban a su alrededor. Mientras avanzaba con la bayoneta calada, pensaba en su Alabama natal, donde florecían los prados en verano y se teñían de rojo los árboles en el otoño. Recordó los niños jugando en las calles, los jóvenes en bicicleta, las adorables y coquetas mujercitas del lugar, su vecino coreano, una persona amable y querible... Repentinamente lo vio. Saltando de entre las matas, el enemigo se presentó ante él. Reconoció ese rostro que le recordaba otro rostro; esos ojos que le hacían pensar en otros ojos. Entonces disparó...

Hector A. Faga

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