12.2.07

Espeso

Esperaba un taxi sobre las dos de la tarde. Algunos viandantes caminaban con prisas entregados a la tarea de reencontrarse con sus propios pensamientos. Otros estaban sentados en las terrazas ocupados en las tediosas charlas de mediodía. Había mariposas blancas volando por los alrededores del parque. Entonces me di cuenta: el tiempo se estaba espesando. Hasta que el reloj de la plaza se detuvo, los coches quedaron parados, los gestos se convirtieron en muecas congeladas y las mariposas decoraron el espacio con lunares blancos. En ese preciso instante vi la luz verde de un taxi. No pude levantar la mano.

Esther (alias Sonámbula)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece muy buena la frase con que termina.