19.11.01

Vencidos

Sinceramente, ha sido muy difícil decidirme, pero mi vida me tenía que llevar hasta aquí, preso de mi libertad. Mi horizonte vital estaba ya tan lejos que era mejor intentarlo por otro camino. El destino lo tiene, eso: te jode, hasta que te das por vencido. Es la vida moderna, dicen. Una antigua casa okupa me acoge en su silencio. Dentro de la sala hay un hombre. Habla con nadie, llora y me saluda insinuando una tímida sonrisa.
- Bienvenido al club de los hombres fracasados. Tome pañuelos y asiento.
- ¿Sólo somos dos?
- Tranquilo. Los demás irán apareciendo.

Isaac Guilà

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