22.11.01

Loco

Decían que estaba completamente loco, porque él era el único que, a través de ese extraño hueco rectangular –otrora un lienzo– en su caballete, veía otro mundo, un universo poblado de humanos extraños, vestidos con atuendos insensatamente austeros, y muy proclives a emplear aquellos aparejos que emitían fogonazos de luz, aunque a veces surgía uno que aparentaba gozar de mayor rango y les recordaba benevolentemente que aquellos destellos estaban prohibidos en el museo. En ocasiones alguno acercaba su cara al hueco, como para ver más de cerca a través de él, y entonces Van Gogh se quedaba mirándolo muy quieto.

Albert Rossell

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