28.11.01

Proscrito

Lleva una vida de proscrito. Cambia a menudo de ubicación, se oculta obstinadamente entre sus semejantes para confundirse entre ellos y confundirme a mí, tan tenaz como él en mi labor de perseguirle. Aprovecha cualquier escondrijo, cualquier resquicio en la sociedad que forman sus hermanos para refugiarse secretamente. En algunas ocasiones llego a pensar que esta vez será imposible, que jamás volveré a degustar sus palabras. Pero La ciudad de los prodigios es un libro que me gusta demasiado, y ni siquiera en la biblioteca de Babel encontraría un recoveco desde donde vencer mi voluntad y permanecer huido para siempre.

Albert Rossell

No hay comentarios: