18.1.04

El Pliegue

Se fue. Otra vez. Siempre se va. Esa manera tan suya de quedarse,
reverberando, eco mortificante,letanía plañidera.Y el dolor. Estupidez no
consumada, pero sólo porque la escalera hacia la misma es infinita. Angosta
subida. Larvas en el estómago.Un espantoso ridículo, más espantoso aún por
cuanto trata de justificarse. Algún día gritará. Le gritará. Y sabe que la
única manera de hacerlo es con un obstinado silencio."¡Oye mi silencio!", le
diría...así conseguiría ir descendiendo, rodaría por los peldaños si fuese
preciso.Pero sigue subiendo, y mientras tanto las larvas, crisálidas
imposibles, dan a luz mariposas negras.

Xiria

No hay comentarios: