23.12.02

Dulces Sentimientos

Comencé mi romance diciéndole bonita. Cada vez que hacia algo malo, le llamaba preciosa. Cuando le daban ganas de vociferar, la calmaba llamándola encantadora. No era considerada, no quería colaborar con nada, era un estorbo, y entonces con voz dulce le llamaba, hermosa. Cuando le daba por hacer rabietas impertinentes, empezaba a acariciarle el cabello y decirle linda. Gritaba por todo. Quería romper todo, le llamaba mi cielo, tesoro. Y así continué. Hasta que un día, ya cansada de amarla tanto y que me hacia mas insoportable, le pedí que era hora que se marchara. Era imposible convivir conmigo misma.

Rossana Gutiérrez

No hay comentarios: