4.7.03

Ay…Barcelona

Se fue hace un par de meses, rumbo a esa Meca que hoy es España para los argentinos. Acompañada de su pareja, se la veía feliz y triste a la vez. Antes de desaparecer por la manga de embarque nos dejó un último saludo y la imagen de su carita luminosa llena de sonrisa e inundada de lágrimas, junto con la promesa de volver para el casamiento de su hermano. Una tarde sonó el teléfono anunciándonos que nuevamente seríamos abuelos y que volvería cuanto antes. Por eso ahora con mi esposa decimos: ¡Gracias, Barcelona, por tener un aire tan fecundo!

Jorge Nieva

No hay comentarios: