17.12.15
Fin de fiesta
3.6.11
No podía evitar dejar de mirar de un lado a otro y no podía evitar sentir la impotencia de no poder pasar al otro lado. Mirase donde mirase no veía escapatoria de aquel embrollo.
Miraba al frente y veía todas aquellas personas con el mismo deseo que yo, pasar al otro lado. Miraba a mi derecha o a mi izquierda, podía observar niños totalmente agobiados deseosos de pasar, y a sus madres igual, pero tras la larga y angustiosa espera, el semáforo se puso verde, paró en seco a todos los coches y permitió pasar a todos los angustiados peatones.
Sergio Romo Moreno
17.2.11
6.11.10
3.11.09
De no haber temido tanto este lugar habría hecho caso al Regidor de Urbanismo con su propuesta, y podría añadir a mi retiro un pellizco multimillonario que estaría ahora mismo produciendo intereses en un paraíso fiscal. Incluso podría haber contratado a su célebre abogado en lugar del aficionado que no fue capaz de demostrar mi evidente inocencia. Paradójicamente, no le envidio. Mi jubilación es justo lo que soñé. Por fin puedo leer aquellos libros que he pospuesto durante toda mi vida, mato las horas con mi tele de plasma, tres comidas diarias, paseo matutino… Lástima que sólo sean diez años.
Franc Morera
16.6.09
Cada mañana, de camino al trabajo atravieso deprisa un descampado repleto de cascotes, pedruscos, fragmentos de botellas, latas; también orines y excrementos de perro. Un asco, pienso después, mientras trabajo elaborando listas insensatas, siguiendo instrucciones contradictorias.
Cada tarde, de regreso a casa, lo cruzo de nuevo con más calma y redescubro en él hierbajos y plantas. Vale, las matas crecen en desorden y están requemadas por el sol, pero al menos huelen, y entre diminutas flores amarillas zumban insectos. Además, este solar falto de toda regulación debe ser lo único del barrio que se libra aún de tanta normativa absurda.
Albert Rossell
14.6.09
Descubrí este valioso secreto hace unos tres años. Un día recibí un paquete sin remitente que decía: Caja mágica, por favor, no abrir hasta dentro de un año. Guardé la misteriosa caja y, obediente como siempre, la dejé cerrada.
Pasaba el tiempo y lograba vencer la tentación, pero llegó el día en el que no tendría que aguantar más, el indicado por la caja. Fui abriendo la caja lentamente y me sorprendí cuando leí lo siguiente: aquí tienes tu recompensa por ser tan paciente, el secreto de la felicidad, el cual es…
(Saldo de palabras agotado, perdón por las molestias)
Rafael Benjumea Domínguez
10.6.09
Entré por aquella puerta ruidosa con un miedo terrible. Me temblaban las piernas. Aquellas escaleras parecían las de un castillo del siglo XIX. Sin hacer ningún ruido entré sigilosamente en esa habitación rodando por el suelo. Llegué hasta el lugar donde se encontraba el preciado tesoro y con un cuidado extremo lo cogí con unas pinzas. Traspasé esa gran puerta y salí de allí rápidamente. Entonces oí cómo el malvado dueño, el monstruo, llegaba para cogerme inevitablemente, así que me escondí detrás de la columna, salí de allí y respiré tranquila.
Por fin conseguí robar el examen sin ningún peligro...
Edurne Sabuz Millán
18.5.09
Entré valientemente, no tenía por qué tener pasarme nada malo. Mi valor se esfumó cuando oí los primeros gritos. El pasillo estaba lleno de telarañas y espejos. Escuché otro grito aterrador. Algo tocó mi brazo. Me di la vuelta lentamente. Un hombre cubierto de cortes y sangre me miraba fijamente. Sujetaba una sierra ensangrentada. Chillé y salí corriendo. Entré en la habitación situada al final del pasillo. Estaba lleno de cadáveres que me miraban sonriendo. Esto era demasiado para mí.
Pude escapar por la salida de emergencia. No había durado ni dos minutos en "La casa del terror". ¡Siempre igual!
Rocío Cancio Gómez
¡Ayuda! Por Dios, que alguien me ayude. El brazo... me duele mucho... Me parece que me han dado. No puede ser... me estoy muriendo. Tengo que estar alerta por si hay más enemigos por aquí. No creo que vengan a buscarme; los de mi equipo han muerto todos, estoy solo contra los Iraníes. ¿Quién me mandaría a meterme en esta misión? Mira que me avisó mi madre... Estoy muy asustado: acabo de escuchar algo entre los matorrales. Viene un enemigo y está muy cerca. Escucho sus pasos. ¡¡Pooom!! Me dio. Game over. No debí comprarme este juego: es demasiado violento.
J. Guillermo Rodríguez Pizarro
Todas las personas que necesitaban ayuda de “imaginación”, para algún trabajo en la empresa, para escribir un libro, pintar, etc…., compraban un producto llamado.... Imagínatelo, en un supermercado.... Imagínatelo, que soluciona esos problemas. Carlos, pintor de Bellas Artes, no sabía lo que imaginar para pintar, por lo que recurrió a ese producto. Se lo echó en la cabeza y en las manos y empezó a pintar. Hizo el mejor cuadro de la exposición del museo y ganó el primer premio. Virginia tuvo que echárselo en la garganta para imaginarse que podía hablar. Pero en realidad el producto no contenía nada.
José Manuel Rodríguez
22.4.09
Ultimamente tengo la sensación de que me suceden cosas que ya me han pasado. Como si hubiese viajado en el tiempo y volviese a estar donde estaba hace un año.
Recuerdo que acabó el verano. Terminaron las vacaciones y empezó el instituto. Pero este año era distinto a los demás; o mejor dicho, era igual que el pasado.
Todo me resultaba tan familiar; la clase, los libros...
Solo había una cosa que me parecía nueva: Mis compañeros no eran los del año pasado.
Ahora, creo que ya sé lo que me pasa. Debería haber estudiado para los exámenes de recuperación.
Inma
2.4.09
Era un sábado veraniego, me fui con mis amigos a la feria de mi pueblo. Allí estaba la atracción con la que había soñado todo un año, "El Canguro". Me monté en ella y cuando llevaba medio minuto, la adrenalina me hizo cerrar los ojos. Notaba como si el vagón volase, y así fue. Cuando abrí los ojos estaba tirado en el suelo, rodeado por un charco de sangre y escuchando el sonido de una ambulancia.
Del final de aquella historia no me acuerdo, pero desde ese día traspaso las paredes y la gente, no sé por qué, me ignora.
Josemi.
7.3.09
Discutíamos como tantas otras veces. No era nada importante, sino una estupidez que tenminó en desastre.
Todo ocurrió tan deprisa y repentino que me pareció haberlo soñado. Todo es un sueño, pensé, pronto despertaré y comprobaré que nada de esto ha pasado. Me repetí muchas veces esta frase hasta autoconvencerme, y no fué para nada tarea fácil. Pero una y otra vez volvía a mi mente lo sucedido, y la veía ahí, como un borrón de imagen.
Todavía me niego a creer que salió de mi vida para nunca regresar por la puerta del balcón.
Y todo por una tontería...
Julieta_punk
Deambulaba perdida, no sé por cuánto tiempo y me di cuenta de que no quería hacerlo.
En numerosas ocasiones había intentado suicidarme, pero ahora había abierto los ojos y quería vivir la vida por dura que se presentase.
Continuaba caminando sin rumbo fijo, sin saber por dónde, miré a mi alrededor; un paisaje extraño con flores me envolvía. De pronto me percaté de donde estaba, era un cementerio y frente a mí tenía una lápida con mi nombre y la fecha de mi muerte... Hacía tres días en uno de mis intentos por suicidarme dejó de contar latidos mi corazón.
Julieta_punk
20.2.09
Esta mañana, en clase de ciencias, el profesor les había hablado sobre el espacio y de las posibilidades de que hubiera vida en algún lejano planeta.
Sentado en su habitación, observaba maravillado el firmamento a través de la ventana. Como todos los niños, comenzaba a sentir fascinación por la ciencia-ficción y los misterios del universo. Cómo me gustariá que no estuviéramos solos...pensaba.
Se fue a dormir esperando entrar en contacto con seres de otros mundos a través de los sueños. Era un hermoso momento para ello; en aquella época del año, las tres lunas iluminaban la noche con fuerza.
David Moner
7.1.09
Apareció la palabra 'HOLA' en su posición de saludo y, toda majestuosa propuso una gran sopa de letras -que es lo que más les unía- para crear palabras nuevas.
Al momento, surgieron como balas surcando a través de las ondas sonoras, otras palabras: 'ME APUNTO', 'JUERGA', 'LIARLA', 'VIENES', 'VOY'...
'HOLA' cambió su semántica de tipo "bienvenida" a tipo "parar el carro", entonces dijo:
-¡En la sopa de letras sólo admitiré cien palabras! Así que haré un crucigrama, y escogeré las cien palabras que aparezcan en la solución, para darse el gran baño.-
Finalmente, 'HOLA' se despidió con su pareja 'ADIÓS'.
Xavi
Dos días han pasado desde entonces. La desesperación se apoderaba de mí mientras a mi alrededor solamente resonaba el eco de mi miedo. Pensé que no era tarde, que alguien me escucharía...
Mi garganta, cansada de tanto pedir auxilio, me sorprendía de vez en cuando con algún breve suspiro que casi no escuchaba ni yo... Todo a mi alrededor era oscuro, mis uñas desgarradas de trepar el muro ardían en mis manos, pero pronto vendría lo peor, la lluvia empezó a inundar el pozo... Junté todas mis fuerzas con mis esperanzas en el último grito; y entonces sí fue tarde.
Julieta_punk
12.12.08
Eusebio, el señor Eusebio, llegaba cada día a las nueve menos un minuto. Siempre a la misma hora le veía empujando pesadamente la puerta al entrar al Hogar del Jubilado. Solo un día llegó unos minutos tarde: cuando murió su mujer Jacinta, la señora Jacinta, huraña o cariñosa, ausente o tarambana, relamida y sincera.
Cada mañana, Eusebio, al pasar delante de mi garita de secretaría, sin parar de caminar me comentaba puntualmente cualquier observación: “Llueve a cántaros. Gran regalo”, o “Qué calor. Se está en la sombra que ni pintao”.
Ayer también llegó un poco tarde: Jacinto, su gato.
Andreu Blanchar
20.5.08
Chat en cien palabras
ÚLTIMO MENSAJE RECIBIDO
“Luna acaba de iniciar sesión”
Luna dice: hola
Merlín dice: hola..te esperaba
Luna dice: no puedo quedarme, sólo me conecté para saludarte
Merlín dice: porqué?
Luna: tengo ke irme pronto..él está raro
Merlín dice: no t vayas
Luna dice: adiós
Merlín dice: ke haré sin ti?
Luna dice: entiendelo
Merlín dice: pero yo te quiero...
Luna dice: yo también tq
Merlín dice: ...sin ti moriré
“Luna aparece como no conectado”
Un icono gris aparece junto al nombre de ella.
Su mujer entra en la habitación, él está desplomado sobre el teclado...su corazón no late.
“...sin ti moriré”
Pilar Paz
2.5.08
Entrada la noche, el coche se desvía por un camino buscando las sombras.
Apagadas las luces se besan, se abrazan, desnudan sus cuerpos,
se despojan del miedo y se desatan sus instintos: no hay normas,
no hay leyes, sólo hay sexo, pasión, sensaciones, complicidad.
Sacian sus deseos como si se tratara del último día de sus vidas.
El coche se detiene en una calle de la ciudad. Sólo un adiós, una fugaz mirada.
Él se baja y camina sin volver la vista atrás.
Ella reanuda la marcha sin mirar atrás.
Él vuelve con su mujer.
Ella vuelve con su marido.
Pilar
21.4.08
Ayer salí de mi casa con un pintalabios en el bolsillo de pantalón, tal y como había leído en una de esas revistas para saber cómo ligar con el chico que te gusta.
Con él, lo que hice fue que en el recreo escribí un mensaje en el espejo del cuarto de baño de modo que en un momento o en otro, el chico que me gusta, y para el cual era el mensaje, lo leería.
Pero, ¿quién se iba a parar a pensar en aquel momento de nervios, que los chicos no entran en el baño de las chicas?
María Díaz Carmona
10.4.08
Marina era una niña con una minusvalía, era muda.
Tuvo tal suerte que encontró un amigo que sabía lo que sentía y que poco a poco llegaron a ser novios. Él, le decía cosas preciosas al oído; Marina ya las había escuchado antes, pero nunca había sentido lo que sentía cuando él se lo decía.
Eran tantas las ganas que Marina tenía de gritar al mundo lo que sentía, que empezó a hacer gruñidos. Sus padres y Víctor la llevaron al médico.
Este no sabía lo que le pasaba, pero estando allí todos Marina murmuró sus primeras palabras: TE AMO
Mª del Carmen Rivero Cabrera
Una noche aterradora en Arahal
Un día me encontraba en la calle, perdido y con un dolor de cabeza. De repente vi un lobo a lo lejos. No sabía a qué distancia estaba, empecé a correr para el lado. Miré hacia él y estaba mirándome a los ojos y corriendo también para el mismo lado. Entonces mientras lo miraba vi cómo se acercó a una niña a la que mató. En ese momento me miré las manos y las vi llenas de sangre.
Eso es lo único que recuerdo de aquella noche. Al día siguiente apareció la niña muerta enfrente de una tienda de espejos.
José Mª López Pedregal
7.4.08
Un mundo "real"
En un aburrido día del invierno pasado, estaba yo buscando algo (no recuerdo exactamente qué era) en el misterioso y oscuro desván de la casa de mis abuelos, cuando encontré un libro gordo y cubierto de una gruesa capa de polvo. Lo abrí y me adentré en un mundo mágico en el que había seres de todas clases: magos, unicornios y criaturas por el estilo. Todo era demasiado fantasioso para mi gusto.
De pronto, me encontraba en mi cama. Me di prisa para desayunar y miré el reloj. Llegaba tarde al instituto, así que decidí ir volando en mi dragón.
Miré hacia el techo y él estaba ahí, dentro de su cama, flotando sin más. No conseguía explicarme qué clase de truco era ése. Su cara estaba llena de odio pero a la vez de terror. Ambos nos miramos fijamente, pero me adelanté a sus movimientos y me abalancé sobre él. Forcejeamos fuertemente, pero le mordí y escapé lo más rápido que pude.
Todas las noches tengo un sueño parecido.
Hoy estaba en casa sentado y vi el periódico. Avisaba de una serie de crímenes y desapariciones que estaban ocurriendo en la zona. Menos mal que nunca salgo de casa.
José Manuel Brenes Castro
3.6.07
Ella está muerta. Rocío, mi amor, la mujer perfecta, ha fallecido. La recuerdo a diario, y la vida sin ella se me antoja un infierno. Añoro su sonrisa, el olor de su pelo, su piel morena, su mágica forma de hacerme el amor. A veces pienso que no puedo vivir sin ella, que no debo vivir sin ella. La he amado tanto!. Tan bella, tan dulce... Cada noche la busco en la luna, no sé... lloro su ausencia.
Hoy, la siento viva, a mi lado.
Y, sin embargo, está muerta. Lo sé porque la he matado yo.
Pobre de mí!.
Cristina Padín
28.5.07
Me acuerdo que cuando tenía ocho o diez años de edad mi padre me llevaba con él a presenciar los partidos de fútbol todos los domingos, muchas veces acompañado de un amigo suyo de nombre Rafael, junto al que me sentaba yo en las gradas. Era un tipo muy nervioso y estaba continuamente moviendo las piernas, haciendo ademanes como para adelantarse en los disparos a portería a los jugadores de su equipo, como si fuera él el que quisiera marcar los goles. Terminado el encuentro era como si él hubiese jugado todo el partido y yo… menudo palizón me llevaba.
Antonio Senciales
PEPE, el Escocés
Me acuerdo del escocés gigantón, no muy joven, que acudía puntualmente a la Feria de Abril, vestido con su traje típico de origen, falda corta y a cuadros, de gestos amanerados —para mí un gay adelantado a su época—, bien simpático y con el rostro grana como de alguien especialmente habituado al güisqui.
Terminó aficionándose con los años a la manzanilla y al vino fino y se hizo muy popular entre nosotros. Aprendió a bailar sevillanas a la escocesa. No tenía ningún sentido del ridículo.
Un buen día dejó de venir… No vino más… Y nos pensamos lo peor...
Antonio Senciales
Antoni
Me acuerdo de un individuo al que se conocía cariñosamente con el nombre de Antoñito ‘Procesiones’, muy alto, algo deficiente mental, que no engañaba nunca a nadie. Sabíamos de sus aficiones: le gustaban los buenos puros habanos, el café tempranero bien calentito con churros, la cerveza Cruzcampo con buenas tapas e incluso lucir trajes que mucha gente no se podía permitir en aquellos años. Todo se lo agenciaba al parecer de forma totalmente gratuita.
Acompañaba a las procesiones de Semana Santa, precediendo a las bandas de música con ademanes de solemne y distinguido director de orquesta desde su altura imponente.
Antonio Senciales
20.4.07
Hace unos días viajé en el tiempo, no me moví de mi pequeño salón, decorado al estilo oriental, pero recorrí parte del universo. Me monté en mi carta natal y visité mundos extra-terrenales. De nuevo navegante de antaño surfeando lugares de origen, arriba donde nadie va a criticarme por pijadas que de todas formas, ellos mismos hicieron y por las que todos pasaron. Es interesante ver el pequeño globo azul sentado en uno de mis trígonos y apreciar como el año que viene repetiré el mismo ciclo por el que transcurrí en el siglo IV, eso si, antes de Cristo.
Alejandro
23.3.07
Sentía que todo iba mal, no había forma de recuperar lo perdido.
Sentía que ya no le importaba, que era un minuto más de su existencia.
Y a la vez que sentía todo eso, comenzó a dejar de sentir.
Recordó aquella calle en la que se vieron la primera vez recordó las primeras palabras, el primer beso, la primera vez que se amaron en la oscuridad de aquel cuarto.
Y a la vez que recordaba todo eso, comenzó a morir
Él la buscó hoy en aquella calle, en aquel cuarto y fue a encontrarla en sus largos y acostumbrados silencios.
Alba Cebrián Estevez
12.2.07
Esperaba un taxi sobre las dos de la tarde. Algunos viandantes caminaban con prisas entregados a la tarea de reencontrarse con sus propios pensamientos. Otros estaban sentados en las terrazas ocupados en las tediosas charlas de mediodía. Había mariposas blancas volando por los alrededores del parque. Entonces me di cuenta: el tiempo se estaba espesando. Hasta que el reloj de la plaza se detuvo, los coches quedaron parados, los gestos se convirtieron en muecas congeladas y las mariposas decoraron el espacio con lunares blancos. En ese preciso instante vi la luz verde de un taxi. No pude levantar la mano.
Esther (alias Sonámbula)
Soledad. La sensación puede volverse asfixiante, pero todo es una cuestión de enfoque. Cíclicamente acababa sentado él solo en el sofá de su pequeño apartamento con vistas a un triste patio de luces, y siempre solo. Al principio pensó que nunca se acostumbraría y que algún día, antes o después, acabaría con la cabeza dentro del hornillo de butano. Pero entonces se cruzaba en su vida la mirada de unos ojos claros y todo volvía a tener sentido. Al menos por unos meses. Y así desde los dieciocho. Pero no obstante, siempre se sentía solo. Y ya no le importaba.
Raúl García
Callada y melancólica en mi habitación oscura aspiraba escribir un cuento de cien palabras y comencé a pensar el tema, imaginé el azul del cielo, recordé el verde de la montaña, navegué por el infinito del mar, sentí el calor del desierto, me estremecí con el frío de la nieve, caminé despacio por bosques encantados, me hundí en lo profundo del infierno, me entrometí en la paz del cielo, visité tantos lugares queriendo hallar la idea perfecta para ser plasmada que ahora ya no puedo recordarlos. Y finalmente entendí que solo cien palabras no son suficientes para escribir un cuento.
Anny Mariet Ramírez
20.11.06
Miguel, un novel escritor, no podía terminar su novela porque había perdido su inspiración. Sin dejarse vencer, se caracteriza en lo posible en el protagonista. Entonces salió en busca de una musa terrenal.
En un restaurante encuentra a Margarita, poseedora de un cabello y una sonrisa iguales a su heroína. La invita a vivir con él. Accede, interesada únicamente en la promesa de mantenerle llenos el refrigerador y las despensas.
Todo iba muy bien, hasta que un día Margarita, al acabarse las provisiones, encontró vacías las despensas. Empeñado con el tendero, Miguel no quiso volverlas a surtir.
Indignada, se largó.
Ruth Pérez
27.9.06
NOVENTINUEVE. Es cuenta regresiva y mientras avanzo voy perdiendo oportunidades para contarlo: a medida que cuento, la cuenta es menor. Disminuye el número y aumenta la urgencia, pero no puedo parar y sigo contando sin contar: sólo faltan SESENTIUNA. Ya ves, no es fácil contar un cuento al revés... pero sigamos intentando interesarte, que en eso consiste el arte. Cien palabras tenía el párrafo en que consistía el relato, pero todo relato cobra sentido sólo al final. VEINTITRÉS palabras faltaban y ahora me quedan QUINCE, que bastarán para decirte que la literatura comienza cuando la palabra se reduce a CERO.
29.3.06
Ante todo, recogió sus efectos menos personales, las cartas del banco que nunca abrió, un manual de una radio que por error empaquetaron en su televisión, todas las corbatas que le regalaron en sus cumpleaños, el traje gris de su trabajo y por supuesto las últimas revistas de aquella publicación que nunca solicito y de la que no pudo darse de baja. Cerró cuidadosamente todas las puertas de su casa con llave o cerrojo, cruzó su pasillo, abrió la puerta de su casa, desplegó su paraguas, puso su sombrero en el suelo y por último se escondió en él.
Zafyro
20.3.06
Luz violeta / azul. Cámaras de humo. Bestias sudando. Hembras de tetas marchitas mojadas de cerveza. Machos perversos de vergas cobardes.
Mila hace su ingreso tras una cortina de humo. Su sonrisa labial azul, soledad, cocaína,
Mila danza, violenta, drogada, venérea y solitaria.
Miles de hombros desnudos, de miles de mujeres casi desnudas. El DJ vuela en la burbuja de acero. Castiga a las almas perdidas con una mixtura de compases que dejan cardenales en la piel.
Tecno endiablado, la masa silba, son sucias serpientes en celo. Mila, cocaína, un vestido negro, gafas negras y medias negras. La noche enfila tinieblas...
Juan Carlos Moya
22.2.06
Somos personajes de GAME BOY y disparamos. Tu mamá dispara contra el pollo, tu papá dispara en el baño contra las cuatro paredes, y la gente de la calle dispara contra la gente de la calle y especialmente contra la gente que está más cerca. Como decía un Nóbel alemán, ?el reino abstracto de la física teórica me dificulta la existencia?. Y disparó contra todos, pero el muy genio usó salvas, así que lo hicieron miembro en las academias de Göttingen, Baviera, Sajonia, Prussia, Suecia, Rumania, Noruega, España, Roma y Lincei. Y también lo galardonaron con el premio Nicolás Copérnico.
7.2.06
Ya habíamos cenado y aun no me había dicho nada.
Antes de sentarnos a la mesa me comentó que tenía que explicarme algo que no me gustaría oír.
Intuía qué podía ser pero no quería anticiparme a los acontecimientos.
- Nuestro amor es imposible – me dijo por fin – y el inconveniente no es sólo la diferencia de edad.
¿Qué me está diciendo? El único posible obstáculo que yo veo son los diecisiete años que nos llevamos. ¿Qué quiere decir?
- Hay un gran problema entre nosotros dos. Descubrí que tu eres la madre que me abandonó.
Montserrat
La ciudad de las almas errantes era verde. El césped brillaba dando la
sensación de humedad, los bulevares resistían las olas de viento y de
vandalismo y los setos crecían por la noche adoptando simpáticas
formas para el nuevo día. Los buenos olores ya no se echaban de menos
en invierno. La ciudad verde era, por ley, la única que no cesaba las
veinticuatro horas durante los trescientos sesenta y cinco días del
año. Aún se recuerdan con estremecimiento las duras investigaciones en
la ciudad del dinero, bajo la sospecha de que numerosos autómatas
trabajaron largas madrugadas, ilegítima y silenciosamente.
Alejandro Romeo
Vaya valla que se halla en el valle, lleno de bayas y caballos bayos, de valladares, balluecas y ballicos del posesor velludo vallisoletano, baladrón con su ballesta y banderillas, villano con bolsillos llenos de bellotas y de monedas de vellón pilladas con pillería en el billar. El bellaco va a la villa, con sus reales de vellón. Canta villancicos mientras arma la billarda contando cazar un billón, yantar bollos con el boyero y liar bulla bullanguera bullendo bullón ante el bullaje con su bullicio bullidor de velluteros y velleras rompe vajillas.
Gaspar Fraga
24.5.05
Con seis años Pablo dejó de tener miedo de los monstruos escondidos en armarios.
Iba creciendo.
Se convirtió en padre y esposo.
Trabajaba tanto que apenas iba por casa.
Sus hijos ni le echaban de menos y su mujer tenía su propia vida.
Pasaba el día en la oficina, viajando...
Un día Pablo salió antes del trabajo y se dirigió a casa.
Al llegar se encontró solo.
Subió a la habitación... se sintió vacío.
Abrió el armario para guardar la chaqueta, y al mirarse al espejo...
Con cincuenta años Pablo volvió a tener miedo de los monstruos escondidos en armarios.
Alba Cebrián Estévez
18.4.05
El fue durante muchos años conserje y amigo de aquella escuela efervescente; de todos los niños, especialmente de ella siempre tibia y cercana a su mano. Ella, la del registro más alto y limpio para las consignas hacia los tiempos anunciados.
Los ojos de mirar tantos cristales rotos la descubren. Sus miradas se cruzan. Ella ladea algo su cabeza y afirma el paso en la calle de los desfiles y las gargantas desbordadas. Asegura su mano al brazo que la conduce liviana en otra lengua y se pierde poco a poco, allá, donde los ojos del viejo, apenas pueden recordar.
Juan Eduardo Bernal Echemendía
Mira al cielo y nunca te rindas, no sufras si te ha hecho daño... Si es el peor por quien suspiras, demuéstrale que, aunque no lo crea, vales algo...¡Corre!, ve y dile a voz de grito que pisarte no es tan fácil y que aunque sufras tanto no eres frágil. Y si por un momento te fijas, en sus ojos verás cenizas de un orgullo que has quemado y que ahora te pide vida porque añora tus caricias, porque añora tus besos, porque su amor no se ha muerto y sigue vivo por mucho que lo mantenga en silencio...
Mari Carmen Garrido
Hoy he visto mi infancia en sus ojos. O ellas la suya en los míos, qué más da. Venero sus años de ilusión feroz, de alegría sin diques. Y más que nunca he agradecido poder trazar en un papel muñecos y fantasías que hicieran sonreír. Me he zambullido feliz en ese darse inagotable que es sólo para los pequeños, dejándome mecer por esa bendición de creer que todo es posible si se desea de verdad. Él, que compartía esos momentos, también ha sido niño conmigo.
Han dicho mi nombre con una sonrisa. Y sé que hoy dormiré con su sueño.
Laura
Salía apurada de mi casa, como de costumbre, para ir al trabajo y de pronto vi una imagen que me impactó y en cierta manera cambió el rumbo de mis pensamientos.
Venía caminando el barrendero, haciendo su trabajo, detrás estaba el sol, que iluminaba su figura y arriba de su cabeza, un montón de palomas volando.
No era terrenal, fue como ver una postal del paraíso.
Me pregunté ¿a qué se debía tan celestial acompañamiento?
Al llegar a la esquina tuve mi respuesta, tenía su bolsillo lleno de migas de pan que le permitía, tener un oficio de alto vuelo.
Lidia Cabrera
6.4.05
Conozco muy bien mi trabajo, señor. Nunca antes había errado mi objetivo y no es justo que pase a la historia como un principiante. Créame, ella era tan hermosa que me tomé un minuto para contemplarla antes de hacer mi trabajo, cosa que ?reconozco- jamás debería haber pasado. Vi que alguien iba detrás suyo escondiendo un revólver y al ponerse a la par le disparó en medio del pecho. Crucé la calle desesperado porque vi que aún respiraba y cuando miré alrededor solo vi un policía...y yo con una foto de ella en la mano. No me cree, verdad ?
Darío Blanco
El otro día vi, caminando por la estación, un perro de la calle. Era un perro más, como tantos otros. Este también tenía los ojos tristes y vidriosos. Reposaba acurrucado sobre la vereda fría. Yo me detuve a mirarlo, como hago siempre con los otros perros. Y le susurré palabras de cariño, como suelo hacer. Al oírme, levantó la cabeza y me miró. Al escucharme, movió tímidamente su cola. De entre sus patas, veo correr un hilito de orín No sé si fue de felicidad o de tristeza. Pero lo acaricié y seguí mi camino, llorando, como tantas otras veces.
Gala